martes, 12 de abril de 2016

SENDEROS DEL GUADALORA Y DE LAS HERRERIAS EN EL P.N. HORNACHUELOS (CORDOBA)

Realizada el 26 de marzo de 2016.
Esta ruta está formada por el sendero de Las Herrerías y parte del sendero del Guadalora (hasta el Molino de la Paloma).
Inicio de la ruta en el centro de visitantes
Comenzamos en el Centro de Visitantes de Huerta del Rey, donde nos atienden amabilísimamente. El señor que nos recibió y que nos expidió el permiso de visita nos aconsejó tras contarle lo que queríamos hacer que lo realizáramos en el sentido que vamos a comentar (ver flechas en el mapa).
Arroyo de la Rabilarga
La mañana, en contra de las predicciones meteorológicas, salió muy nublada con una alta humedad relativa. Tras salir del centro de visitantes nos dirigimos en dirección norte remontando el arroyo de la Rabilarga hasta que nos topamos un cancela que es donde termina el área recretiva. De aquí salimos al Camino de Torralba en dirección oeste hasta que a unos 100 metros nos encontramos una bifurcación.
Nosotros tomamos el camino de la derecha caminando por una zona de bosque mediterráneo donde el alcornoque es la especie predominante, dejando a nuestra derecha el arroyo de Las Moradillas, afluente del de la Rabilarga. Después de unos 700 metros el paisaje se
Camino de Torralba
va tornando en tierras de labor en las que se empezaba a notar el estallido de la primavera por el colorido de las flores, mientras caminábamos aprovechamos para ir cogiendo espárragos por las cunetas.
Conforme avanzamos vemos que nos acercamos a un impresionante alcornocal, es el Arconocal de Santa Cruz y tras casi un kilómetro andando por la pista que lo atraviesa llegamos al cortijo del mismo nombre donde saludamos al pastor. Ahora vamos en paralelo a tierras de labor por la izquierda y monte por la derecha hasta que, de repente, al llegar al Cortijo del Alcornoque, giramos a la izquierda en dirección su y tomamos un senda que -debido a la vegetación- se pierde en numerosas ocasiones, atravesando así el olivar de la Vega del Negro hasta que llegamos a la Fuente del Conejo y la balsa de riego que hay tras
ella. Giramos a nuestra derecha y antes de volver a meternos en el olivar podemos pasar por debajo de una encina con un copa impresionante. Inexplicablemente el camino describe aquí un arco y cuando el trazado de éste termina nos encontarmos con una puerta con un cartel que avisa que estamos entrando en una zona protegida. Aquí comienza el descenso hasta el río Guadalora.
A escasos metros de la cancela hay un rellano desde el que podemos contemplar todo el valle del Guadalora. Aprovechamos para reponer fuerzas mientras disfrutamos del silencio que envolvía el paisaje, tan sólo roto en ocasiones por el canto de algunos pájaros. Tras la pausa comenzamos el descenso por una senda zizagueante, estrecha y, en ocasiones, incómoda (sobre todo en las curvas, que es donde se acrecentaba el desnivel); confome descendíamos, el rumor del agua corriendo por el río otorgaba más belleza al verde paisaje.
El valle del río Guadalora
Una vez finalizado nuestro descenso, comenzamos a disfrutar de la imponente aliseda que le acompaña; un bosque de galería con el aliso como árbol dominante, aunque mezclado con fresnos, almeces, olmos o sauces. Al poco encontramos el Molino de La Paloma, una antigua instalación que aprovechaba la fuerza del torrente para moler cereales que se cultivaban en la meseta de la que venimos. Tomamos algunas fotos y optamos por regresar pues se iba haciendo tarde y todavía teníamos que terminar el sendero de las Herrerías.
Río Guadalora
El ascenso no se hizo tan pesado como me suponía, la senda tenía un desnivel aceptable que tan sólo se inclinaba más en las curvas. Para mí, lo que más me molestaba era la humedad. Desandamos el camino hasta salir del Arconocal de Santa Cruz y aquí giramos hacia la derecha para completar el sendero de las Herrerías. Después de 600 metros llegamos al área recreativa Fuente del Valle; se trata de un descansadero-abrevadero del cordel de las Herrerías, donde también se ubica la Fuente del Valle y la ermita de San Abundio, patrón de Hornachuelos. Tras la ermita hay una rampa pequeña que es por donde continúa el sendero, el firme es irregular con mucha piedra caliza que sobresale en la tierra. Después kilómetro y medio (por el que podremos ver los restos de tres caleras y un lentisco de gran porte) llegamos a una nueva bifurcación, nosotros tomaremos el camino de la izquierda (el de la derecha corresponde al sendero del Aguila) e iremos descendiendo hasta enlazar con el Camino de Torralba hasta que encontremos la cancela de acceso al área recreativa de la Huerta del Rey, seguimos el curso descendiente del arroyo de la Rabilarga hasta llegar al edificio del centro de visitantes.
Otras imágenes:
Ophrys tenthrendinifera


Camino de Torralba



Entrada al Alcornocal de Santa Cruz

En la Vega del Negro


Balsa de la Fuente del Conejo

Encina

Mirador sobre el valle del Guadalora

Nido a ras de suelo

Río Guadalora

Molino de la Paloma



Alcornoque

Calera

Lentisco

 

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